Después de un tiempo en la huerta con un baño químico, se decidió que un proyecto agro-ecológico, como el de Albalá, merecía otro tipo de “tecnología” para dar cabida a las necesidades fisiológicas, sin contar con que el viejo baño químico era estéticamente horrible y no encajaba para nada en el entorno natural de la huerta.
Como alternativa, se optó por un baño seco, que es completamente respetuoso con el medio ambiente, ya que permite compostar los desechos y evita la utilización de agua. Para su funcionamiento, tan solo es necesario un poco de serrín.
Para su construcción se utilizaron 30 pales reciclados, 4 litros de aceite reciclado de cocina (para proteger la madera), ladrillos, tejas y tornillos.
Es bonito, respetuoso con el medio ambiente, fácil de limpiar y nos supone un ahorro importante de dinero. Qué pena no haber tenido antes a Jesús, que ha sido el artista que lo ha construido.
Muy interesante un abrazo grande desde Uruguay